Controlando el nivel de acoplamiento entre los orbitales del metal y la molécula, se puede modular el flujo de electrones que circula a través del contacto eléctrico unimolecular. “Mecánicamente podemos controlar el ángulo de una molécula conectada entre dos electrodos metálicos”, explica Ismael. “Cambiando el ángulo de la molécula de muy inclinado a casi perpendicular a los electrodos a los que se halla conectada, podemos cambiar la conductancia del contacto unimolecular en prácticamente un orden de magnitud.”
Dichos dispositivos electromecánicos unimoleculares ofrecen amplias posibilidades en cuanto a la miniaturización de componentes electrónicos en futuras aplicaciones tecnológicas. “Somos capaces de aplicar perturbaciones mecánicas del orden de angstroms con un control muy preciso,” dice Ismael. “Ser capaces de controlar reversiblemente el flujo de corriente mediante pequeñas perturbaciones mecánicas en contactos eléctricos unimoleculares tendrá sin duda impacto en futuros avances tecnológicos, además de aportar nuevos conocimientos fundamentales sobre el transporte de carga en moléculas orgánicas.”
