“Lorenzo es un talentoso joven investigador que ha logrado un impresionante historial de resultados durante su carrera, que ya ha publicado en revistas de alto impacto como Science,” dice el director del IBEC Josep Samitier. “Su investigación complementará e impulsará las actividades del IBEC en el área de “Bioingeniería para la Medicina del Futuro”, gracias a su visión pionera e innovadora en sistemas de liberación de fármacos”.
“Funciones que se desarrollan de manera natural en el organismo, como la liberación específica de moléculas, las modificaciones genéticas y la regeneración de tejidos, son las grandes inspiradoras de la biomedicina”, dice Lorenzo, quien completó su Doctorado en Pisa, Italia, y fue científico visitante en la Universidad de California en Santa Bárbara. “Conseguir desarrollar moléculas sintéticas, que sean capaces de llevar a cabo estas funciones, tendría un gran impacto en la medicina moderna».
El objetivo de Lorenzo es diseñar nuevos biomateriales usando el autoensamblaje -es decir, diseñar materiales que sean capaces de construirse a sí mismos-. Este fenómeno es común en los sistemas biológicos que se autoorganizan, y está emergiendo como una poderosa herramienta para crear estructuras químicas con un amplio abanico de aplicaciones en la ciencia de los materiales y de la medicina. “Los polímeros supramoleculares muestran propiedades prometedoras para la liberación de fármacos y material genético”, explica. “La habilidad de los virus, por ejemplo, de dirigirse específicamente a una población celular y de liberar ADN o ARN en el interior de las células ha sido una fuente de inspiración para el diseño de nanopartículas similares a virus para la liberación de genes”.
Esta arquitectura puede usarse también como herramienta biofísica para investigar la estructura y la funcionalidad de la maquinaria celular o los procesos biológicos. Estos materiales permitirán a los biólogos abordar temas que no eran accesibles hasta ahora.
«Ya se han desarrollado varios biomateriales que aprovechan las propiedades únicas que ofrece el autoensamblaje, sin embargo, a pesar de sus propiedades prometedoras, son difíciles de diseñar, y su comportamiento en un ambiente tan complejo como es el organismo humano aún no está del todo comprendido”, explica Lorenzo. Su grupo investigador abordará este tema utilizando un microscopio de súper-resolución, una nueva técnica desarrollada recientemente para mejorar la resolución de los microscopios clásicos. Este microscopio se instalará próximamente en el IBEC. “Esto nos permitirá ver cosas que han sido imposibles de visualizar hasta ahora, y entender cómo los nanomateriales interactúan con las células y los tejidos a nivel molecular”.