El equipo de Daniel Navajas, investigador principal en el IBEC, junto con el Banco de Sangre y Tejidos han desarrollado un bioimplante de células madre de unos 16 cm² que se aplica directamente al corazón. El bioimplante está formado por pericardio humano desceluularizado y enriquecido con células madre procedentes de cordón umbilical, de gran plasticidad y, por tanto, con capacidad de regenerar los tejidos.