Investigadores del grupo de Procesamiento de señales e información para sistemas de sensores del IBEC, dirigido por Santiago Marco, diseñan un nanodrón que podría identificar gases tóxicos en edificios derrumbados por el efecto de terremotos o de explosiones. El nuevo aparato, que pesa 35 gramos, también podría ser útil para detectar la presencia de víctimas en espacios cerrados y de difícil acceso.