«Las proteínas que se agregan formando amiloides sólidos, o fibrillas, se asocian con una serie de condiciones neurodegenerativas, pero ahora sabemos que estas proteínas, que son tóxicas, también pueden formar agregados líquidos», comenta Bolognesi.
Su grupo en IBEC desarrollará y expandirá un método conocido como barrido mutacional profundo, que cuantifica miles de mutaciones proteicas buenas y malas a la vez para producir un «mapa de impacto» de las mutaciones. «Con el escaneo mutacional a gran escala, podemos «mapear» miles de mutaciones en dominios proteicos similares a los priones – un ejemplo de agregado amiloide que causa enfermedades neurodegenerativas – y luego jugar con las concentraciones y combinaciones para ver cuáles tienen un impacto en la salud», dice Benedetta. «Este método a gran escala nos ayudará a descubrir cómo y en qué circunstancias las mutaciones pueden resultar en afecciones devastadoras como el Alzheimer o la esclerosis lateral amiotrófica».
El interés de Benedetta en los agregados de proteínas comenzó cuando estaba haciendo su doctorado en Cambridge con el profesor Chris Dobson, fundador del Cambridge Center for Misfolding Diseases, que fue nombrado caballero este año. En ese momento, ella estaba buscando amiloides en relación con la enfermedad de Alzheimer. «Después de mi doctorado quería abordar preguntas más generales, por lo que en el CRG decidí trabajar con modelos computacionales y levaduras con una beca interdisciplinaria compartida entre dos laboratorios», dice. «A través de esta experiencia, me interesé en cómo la secuencia de las proteínas determina la formación de agregados líquidos frente a agregados sólidos, y en el impacto que esto puede tener en la salud y la enfermedad».
En el IBEC, Bolognesi compartirá con el grupo Neurobiotecnología molecular y celular – liderado por José Antonio del Río – la misión de comprender las enfermedades neurodegenerativas, y espera colaborar con muchos otros grupos. «De hecho, coincidí con Lorenzo Albertazzi en la Universidad de Pavia», comenta Benedetta. «Me gustaría trabajar con él y con Pau Gorostiza, por sus capacidades en microscopía STORM y AFM. También estoy interesada en colaborar con grupos que trabajan con células madre o líneas celulares de mamíferos con vistas a realizar pruebas en modelos más complejos que la levadura».
Cuando no está trabajando, a Benedetta le gusta ir a la caminar a la montaña. La investigadora comenta que está encantada de formar parte del IBEC, tanto por su entorno interdisciplinar y sus equipamientos como por el hecho de que Barcelona es «un fantástico lugar para la ciencia biomédica».