Ahora, investigadores del IBEC han descubierto un nuevo grupo de ligandos para receptores relacionados con la mielina, que podrían aclarar la trascendencia de la producción desequilibrada de esta sustancia o sus modificaciones.
En un estudio publicado online por la revista FASEB esta semana, el director del grupo José Antonio del Río, junto con sus postdocs Vanessa Gil y Franc Llorens, han estado estudiando los axones, ligandos y receptores del sistema nervioso central de los mamíferos. En adultos, la capacidad para volver a crecer de los axones tras una lesión es limitada; esta restricción la causan los inhibidores asociados a la mielina (MAIs).
Al evitar la inhibición de la mielina la regeneración neuronal mejora, y los tres investigadores del grupo de Neurobiotecnología Molecular y Celular han descubierto que al bloquear dos de algunos de los receptores compartidos por estas proteínas – NgR1, junto con sus coreceptores p75(NTR), TROY y Lingo-1, y el correspondiente receptor B semejante a la inmunoglobulina (PirB) – impide a los inhibidores restringir los brotes axonales y limitar la regeneración de tramos de fibras dañadas.
Otros elementos de la ruta inhibidora de la mielina siguen siendo desconocidos, pero esta identificación y caracterización de los roles y funciones de algunas de las moléculas inhibidoras es un avance dentro de una de las áreas de investigación en neuroregeneración más competitiva de los últimos años. Además, otros datos tanto del CNS como externos sugieren que la mayoría de estas proteínas tienen otras funciones a parte de la inhibición del crecimiento axonal. “Puede que tengan otras funciones fisiológicas en otros procesos como el desarrollo, la homeostasis neuronal, la plasticidad y la neurodegeneración”, dice José Antonio. “Las modificaciones se podrían considerar marcadores de ciertas enfermedades neuronales”.