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Un grupo de investigación del IBEC ha desarrollado un sistema de Realidad Virtual para tratar problemas del habla


Sin embargo, los recursos limitados de los sistemas de atención de salud no siempre pueden proporcionar dicho tratamiento en dosis suficientes. Conseguir un método de rehabilitación rentable, basado en la evidencia, es uno de los objetivos que persigue el grupo de investigación SPECS.

En un estudio publicado hoy en la revista Stroke, un grupo de investigación liderado por el psicólogo y neurocientífico Paül Verschure, profesor de investigación ICREA en el IBEC, ha demostrado la eficiencia de un tratamiento de realidad virtual (VR) basado en los principios del aprendizaje, que podría integrarse en la práctica clínica y permitiría acceder a las personas con afasia -el trastorno neurológico causado por una lesión en la zona del cerebro responsable del lenguaje- a un tratamiento continuo incluso en la etapa crónica de la enfermedad.

La afasia se produce principalmente en adultos que han sufrido un accidente cerebrovascular o un traumatismo craneoencefálico. El tipo de disfunción concreta y su gravedad dependerán de la ubicación precisa y del grado de la lesión cerebral. En concreto, la afasia de Broca hace referencia a la dificultad para expresarse al hablar, las personas con este síndrome tiene dificultades severas para encontrar palabras y para articular frases de forma fluida.

Ensayo Aleatorio Controlado

Mediante un Ensayo Aleatorio Controlado (ECA), los investigadores trataron a 17 pacientes con afasia de Broca crónica (la que se mantiene a partir de los seis meses del accidente cerebrovascular) y los distribuyeron en dos grupos paralelos. Uno de los dos grupos, el grupo de control, recibió terapia estándar dirigida a déficits lingüísticos específicos en un entorno de terapeuta-paciente, y el otro, el grupo experimental, recibió una terapia aumentada con RGSa (Sistema de Juegos de Rehabilitación para afasia, de sus siglas en inglés), que proporciona capacitación léxica y sintáctica de manera multimodal y orientada a realizar tareas relevantes de la vida cotidiana. A los dos grupos se les aplicó la misma intensidad de terapia en sesiones diarias durante dos meses, y utilizaron los mismos materiales.

Transcurridos los dos meses de terapia, los resultados revelaron que ambos grupos habían mejorado significativamente en las pruebas primarias, en las que se evaluaron la función del lenguaje en personas con trastorno del lenguaje, y en las pruebas secundarias, en las que se evaluaron otros parámetros como el acceso léxico y la ejecución verbal de los estímulos entrenados, entre otros. Pero solo el grupo tratado con RGSa mejoró en la frecuencia comunicativa y en la efectividad en la vida cotidiana al finalizar el estudio y, además, mantuvo de manera significativa las mejoras en todas las pruebas una vez transcurridas 8 semanas.

Sesiones con el Sistema de Juegos de Rehabilitación para afasia (RGSa)

En las sesiones de RGSa -que fueron supervisadas por un asistente sin ofrecer ningún elemento de la terapia estándar-, los pacientes se sentaron por parejas, uno frente al otro y con sus respectivas pantallas, e interactuaron realizando movimientos planares de brazos que se rastrearon y mapearon en las extremidades superiores de sus avatares, lo que les permitió interactuar con los objetos virtuales.

La práctica, que tenía formato de juego y estaba inspirada en la Terapia Intensiva de lenguaje-acción (ILAT, de su nombre en inglés), requería involucrarse en actos cotidianos de comunicación, solicitando objetos o entregándolos al otro jugador cuando este lo solicitaba. “El sistema de RGSa, se basa en la evidencia de que existen conexiones bidireccionales entre el sistema motor y los sistemas lingüísticos, por eso permite el uso de ambos brazos de una manera contextualizada y orientada a cumplir objetivos concretos”, comenta Paül Verschure.

“En concreto, el RGSa respalda la idea de que la actividad neuronal que se ve potenciada durante el procesamiento del lenguaje, que se lleva a cabo mediante la ejecución simultánea de gestos concretos y el uso del vocabulario asociado, facilitaría el desempeño lingüístico, y viceversa”, añade Verschure. De hecho, los resultados muestran una tendencia positiva también en las pruebas que evalúan la función motora, por eso los científicos investigarán la integración del lenguaje en la acción para la recuperación de los trastornos motores como, por ejemplo, en la hemiparesia, que hace referencia a la disminución de la fuerza motora o parálisis parcial que afecta a las extremidades de un lado del cuerpo.

“Los resultados enfatizan el potencial del RGSa para la mejoría y la estabilidad a largo plazo de los efectos del entrenamiento del lenguaje. Desde la perspectiva del cuidado de la salud, RGSa podría integrarse en la práctica clínica, permitiendo a las personas con afasia acceder a un entrenamiento continuo y a su propio ritmo, también en la etapa crónica de la enfermedad”, comenta Klaudia Grechuta, estudiante de doctorado en el grupo de SPECS del IBEC y primera autora del artículo.

 


Artículo referenciado: Klaudia Grechuta, Belén Rubio Ballester, Rosa Espín Munne, Teresa Usabiaga Bernal, Begona Molina Hervás, Bettina Mohr, Friedemann Pulvermüller, Rosa San Segundo, Prof. Paul Verschure, (2019) Augmented dyadic therapy boosts recovery of language function in patients with non-fluent aphasia: a randomised controlled trial. Stroke. 2019;50:1270–1274