Pese a su trascendencia a la hora de luchar contra pandemias como la de la COVID-19, una cara menos conocida de la nanomedicina es su potencial para contribuir a soluciones a las denominadas enfermedades raras o minoritarias. Coincidiendo con el 28 de febrero, el día mundial de las enfermedades raras, expertos invitados por la plataforma Nanomed Spain y el Institut de Recerca Sant Joan de Déu presentan los últimos avances en nanomedicina contra tres de estas enfermedades: la distrofia muscular, la fibrosis quística y la enfermedad de Fabry.