El Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) asistió a la inauguración de la exposición «Animales invisibles», una muestra que pone en valor la fauna extinguida, pero aún vívida y presente en el colectivo imaginario de la población. La exposición cuenta con una sección dedicada al tigre de Tasmania, una obra de Antoni Muntadas, en la que el IBEC ha colaborado de la mano de Benedetta Bolognesi, investigadora principal del instituto.

Sabemos que a lo largo de la historia de nuestro planeta han tenido lugar centenares de desapariciones de especies de animales causadas por cambios climáticos, caza, destrucción del hábitat, entre otros. No obstante, algunos animales que biológicamente ya no se encuentran en nuestro planeta, siguen vivos y presentes en nuestro imaginario colectivo. Entonces, ¿cuándo se considera extinguida una especie? Eso mismo es lo que el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona quiere plasmar mediante su exposición «Animales invisibles: mito, vida, extinción, desextinción», inaugurada el 17 de mayo en Barcelona, y en la que el IBEC ha formado parte mediante una sección dedicada al tigre de Tasmania.
El IBEC asistió a la mesa inaugural de la exposición, formada por el director del Museo, Carles Lalueza, Jordi Serrallonga y Daniel Martínez. Durante la presentación se destacó sobre todo el carácter interdisciplinario de la exposición, la cual rompe las barreras artificiales entre ciencia y arte que a menudo se ha impuesto desde la educación. Así pues, la exposición actual no sólo presenta científicamente varios animales extinguidos, sino que también recoge propuestas de artistas que reflejan gráficamente la biodiversidad, convirtiéndola en una propuesta de vanguardia.
Entre las voces que dan la bienvenida a la exposición encontramos al conocido actor, Viggo Mortensen, que reflexiona sobre los animales extinguidos, el valor de esta exposición y la necesidad de aceptar que no todo se puede ver. Nos recuerda que la exposición trata de criaturas invisibles que habitan el imaginario, pero siempre desde un enfoque científico. Para él, soñar es esencial para cualquier buen explorador o académico, y destaca la importancia de respetar el espacio natural de los animales, fomentando la convivencia. Cita también a John C. Sawhill, y recuerda su cita «la sociedad se define tanto por lo que crea como por aquello que se niega a destruir», una idea omnipresente en toda la exposición.
El tigre de Tasmania, desextinguido
En este contexto, y como se ha mencionado anteriormente, la exposición cuenta con una sección dedicada al tigre de Tasmania, una obra de Antoni Muntadas, en la que el IBEC colaboró de la mano de Benedetta Bolognesi en el marco del Ars Electronica del año 2022 en Austria. En esta ocasión, se ha transportado la instalación a una sala dedicada exclusivamente al Tigre de Tasmania y compuesta por tres vitrinas: La primera plasma cómo este animal ha dejado huella en la cultura popular, con objetos como cervezas, postales o posavasos. La segunda vitrina recoge materiales de investigación: montajes, bocetos y documentos reunidos a lo largo de los años que muestran la evolución del interés científico y artístico por esta criatura. La tercera vitrina se adentra en el ámbito científico, y es aquí donde el artista contó con el apoyo científico de Benedetta Bolognesi, investigadora principal del grupo Transiciones de Fase de Proteínas en la Salud y la Enfermedad del IBEC.





Uno de los puntos de partida fue la secuenciación del genoma de un ejemplar joven de tigre de Tasmania, conservado en etanol desde hacía más de 108 años. Esta secuencia permitió construir árboles filogenéticos que demuestran la elevada homología entre el genoma de este animal extinto y el de varias especies actuales. A partir de estos datos, Bolognesi desarrolló una adaptación visual de algunos de estos árboles para ilustrar la distribución genética compartida con especies vivas, así como una representación de la secuencia completa del ADN del tigre de Tasmania proyectada en pantalla como una lluvia de datos.
En esta tercera vitrina encontramos fotografías del tigre, secuencias de ADN, árboles filogenéticos y documentos científicos que amplían el relato. Además, destaca una pieza central: una holografía del tigre de Tasmania, una tecnología casi en extinción en sí misma, generada en condiciones técnicas extremadamente exigentes. El modelado 3D de esta representación ha sido creado por Víctor Pallares, a partir de un tigre disecado conservado.
Esta combinación de arte, ciencia y tecnología hace del tigre un ejemplo claro del vínculo que puede existir entre disciplinas para hacer visible lo que ya no está, pero que aún resuena en el imaginario colectivo.
La exposición puede visitarse en el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona hasta el 30 de septiembre de 2025.