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Bioingenieria para la salud; realidad virtual para la recuperación después de un ictus

El sistema consta de un software y una cámara que registra los movimientos y posición, y los pacientes trabajan en diferentes escenarios y situaciones. Los pacientes con afectaciones motoras, cogen objetos y el equipo de realidad virtual graba los movimientos. En el caso de los pacientes que han sufrido afasia, trabajan dos pacientes a la vez e intentan comunicarse entre ellos mediante dos ordenadores que los estimulan a realizar diferentes acciones. Los pacientes que han sufrido afasia, pierden capacidades comunicativas, gracias a la realidad virtual, se ha observado una mejora a nivel comunicativo y en su vida cotidiana, y mantienen las mejoras en todas las pruebas al cabo de 8 semanas. Los pacientes pueden jugar autónomamente y solo con la supervisión de un terapeuta pueden llegar a cambios significativos. Esta herramienta es un complemento de trabajo, no se puede dejar de lado el trabajo convencional con el logopeda, puesto que es un trabajo de persona a persona y se tiene que dejar como base.

El siguiente paso para la mejora del sistema es la simplificación del material de trabajo para que la terapia se pueda realizar desde cualquier lugar. «Tenemos gafas de realidad virtual y los «controlers» que nos facilitan la interacción con los objetos virtuales, solo con estas dos cosas se puede realizar la terapia desde casa, desde el sofá» añade Klaudia Grechuta, investigadora del grupo de SPECS en el IBEC.

Según el estudio, utilizar el lenguaje con un objetivo a través del juego y estimular la parte motora son los principales factores para la mejora y efectividad del tratamiento.