La interacción entre las células y sus ligandos (o microentorno celular) es esencial para mantener la función de cualquier tejido, y de hecho la detección de cambios en el entorno celular es fundamental en cualquier escenario donde haya una remodelación de tejido, como puede ser el desarrollo embrionario, la proliferación tumoral o el proceso con el cual se cierra una herida.
En el trabajo también se ha visto cómo, “en función de esta distribución de fuerzas de la célula se incide en la activación de la transcripción genética, fenómeno que determina qué genes se expresan”, apunta Roger Oria, primer autor del estudio y estudiante de doctorado en el laboratorio del Dr. Roca-Cusachs.
Con este conocimiento más integrado de cómo la célula detecta su entorno, los investigadores han comprobado que modificando las condiciones del entorno de la célula (rigidez y distribución de los ligandos que forman la matriz extracelular) se puede controlar la respuesta de adherencia de la célula e, incluso, definir un rango en el cual la célula se adhiere y fuera del cual no lo hace. Este resultado, apunta Roca-Cusachs, puede ser especialmente relevante en procesos tumorales, dado que está bastante aceptado que una mayor rigidez está relacionada con una mayor activación de los oncogenes.
Hasta ahora se sabía que las células son capaces de percibir información espacial y física en la nanoescala. De hecho, se pensaba que eran capaces de “medir distancias” y por eso se había hipotetizado con la existencia de algún tipo de molécula patrón que las ayudara en este proceso. Este trabajo “contradice” esta hipótesis, afirma el investigador IBEC-UB, demostrando que las células tantean más que ven su entorno.
Para llevar a cabo el trabajo, los investigadores han desarrollado unos sustratos de geles blandos en los cuales se incorpora un patrón de nanoesferas de oro recubiertas de una proteína y de las cuales pueden controlar su separación. La célula reconoce estas nanoesferas como un ligando y por lo tanto se puede medir de qué manera las células modulan la distribución de fuerzas y el número de ligandos a los cuales se adhieren en función de la densidad.
En este estudio han colaborado, entre otros, el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón de la Universidad de Zaragoza, el Instituto Max Planck y la Universidad Heidelberg en Alemania.
Este trabajo ha sido financiado por la Comisión Europea, el Ministerio de Economía y Competitividad de España, el Consejo Europeo de Investigación, la Fundación Bancaria “la Caixa”, la Fundación la Marató de Tv3 y la Fundación Alemana de Ciencias.
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Article citation:
Oria R, Wiegand T, Escribano J, Elosegui-Artola A, Uriarte JJ, Moreno-Pulido C, Platzman I, Delcanale P, Albertazzi L, Navajas D, Trepat X, García-Aznar JM, Cavalcanti-Adam EA, Roca-Cusachs P. (2017). Force loading explains spatial sensing of ligands by cells. Nature, epub ahead of print
The work also involved researchers at the Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón of the University of Zaragoza and Germany’s Max Planck Institute for Medical Research and Heidelberg University. It was funded by the European Commission, MINECO, the Generalitat de Catalunya, the European Research Council, the «La Caixa» Foundation, La Marato de TV3 and the German Science Foundation (DFG).