Un equipo internacional coliderado por los investigadores Pere Roca-Cusachs, del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), e Isaac Almendros, investigador del CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) y del IDIBAPS, ambos profesores de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona, acaba de demostrar que lo que determina la sensibilidad mecánica en las células es el ritmo de aplicación de la fuerza, es decir, cuan rápido esa fuerza se aplica.
Según los investigadores, estos resultados ayudarán a entender mejor cómo prolifera un tumor canceroso, pero también a comprender como responde el corazón, las cuerdas vocales o el sistema respiratorio a la constante variación de fuerzas a la que se exponen continuamente.
Como quien estira y encoje un chicle, hemos sometido las células a diferentes fuerzas de forma controlada y precisa, y hemos visto que el ritmo con el que se aplica la fuerza es crucial para determinar la respuesta celular.
Ion Andreu (IBEC), coautor principal del estudio
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