El grupo conocido hasta ahora como Olfato Artificial cree que el cambio es necesario para reflejar mejor los objetivos y la estrategia científica del laboratorio.
«Consideramos que nuestro estudio del olfato artificial sólo es una parte del amplio abanico de actividades de investigación que hacemos en el IBEC,» explica Santi. «Además de desarrollar sistemas olfativos biomiméticos, también desarrollamos soluciones de procesado de señales e información para diversas espectrometrías físicas y químicas, e incluso sensores mecánicos para divesos usos biomédicos.»