Laboratory technician at the at the Smart Nano-Bio-Devices Research Group
Ref: LT-SS// Deadline_ 24/03/2025
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El Parc Científic de la Universitat de Barcelona ha inaugurat un microscopi electrònic d’última generació, el Jeol NeoARM 200cF, amb un cost de 3,35 milions d’euros. Aquest instrument permet visualitzar … Read more
Cuando a principios de 2020, más de 200 científicos se reunieron en la Pedrera de Barcelona para hablar del presente y futuro de la bioingeniería, nadie se imaginaba que el mundo viviría la primera pandemia del siglo XXI y que la ciencia tomaría más importancia que nunca.
Este pacto propone las políticas públicas que se tendrían que llevar a cabo para que Cataluña se convierta en líder en investigación e innovación a nivel internacional. Entre el grupo de expertos del ámbito académico, empresarial, social y cultural que forman parte del Plenario y la Mesa Permanente, que presentaron el documento elaborado después de un año de estudio, se encontraba el Director del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), el Profesor Josep Samitier.
El tratamiento, que desde hoy se podrá probar en doscientos pacientes de Covid-19, ha demostrado su eficacia en minirriñones generados a partir de células madre humanas. En estos organoides generados mediante técnicas de bioingeniería se ha descifrado cómo el SARS-Co-V2 interacciona e infecta las células humanas del riñón.
Investigadores del IBEC liderados por la Profesora ICREA Núria Montserrat participan en el proyecto europeo BRAVƎ, una iniciativa que combina la terapia celular y la bioingeniería con el objetivo de diseñar un dispositivo biológico capaz de recuperar la funcionalidad cardíaca en personas con enfermedades cardiovasculares.
Para hacerlo, los expertos utilizan miniriñones y otros cultivos celulares, como organoides cardíacos. El objetivo es explotar estos miniórganos para entender mejor cómo funciona el virus.
Utilizando esta técnica, han descubierto que las bacterias E. coli y Pseudomonas aeruginosa pueden adaptarse a los cambios ambientales a través de distintos mecanismos, lo que abre la puerta a un mejor conocimiento y tratamiento de las infecciones.
Esto ha sido posible mediante la creación de un bioimplante enriquecido con células madre. La operación es fruto del trabajo conjunto, durante más de diez años, de científicos, médicos e ingenieros.