El artículo hace referencia a la reciente adquisición de una bioimpresora 3D del IBEC, y cuenta con una entrevista con Josep Samitier, quien explica que el uso de las propias células del paciente para crear tejidos limita el efecto de rechazo inmunológico.
Josep también especula que aún tienen que pasar algunos meses antes de que los ensayos clínicos sean capaces de comenzar con el hueso o con órganos tubulares, como el intestino y también añade comentarios sobre un trabajo realizado en Wake Forest, Carolina del Norte, donde los investigadores han superado las restricciones de tamaño anteriores en la bioimpresión de cartílago y hueso.
El artículo también menciona a Fernando de la Portilla, un cirujano e investigador en IBIS en Sevilla, Ángel Raya, director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), y Sonia Contera en la Universidad de Oxford en sus propias opiniones sobre los nuevos caminos que se podían abrir gracias a la bioimpresora 3D.
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