El trabajo, publicado en la revista Nature Cell Biology, ha servido para constatar que las fuerzas determinan y controlan la forma del intestino y el movimiento de las células. Los investigadores han descifrado el mecanismo por el que las criptas adoptan y mantienen su forma cóncava y cómo se produce el movimiento de migración de las células hacia las cumbres sin que el intestino pierda su forma de pliegos característica. Además, este nuevo modelo de mini-intestino permitirá estudiar, en condiciones reproducibles y reales, enfermedades como el cáncer, la celiaquía o la colitis.
Al contrario de lo que se creía hasta ahora, hemos podido determinar que no son las células de la cripta intestinal que empujan las nuevas hacia arriba, sino que son las células de la cima las que tiran de las nuevas para que suban, algo como un alpinista que ayuda otro a subir tirando de él.
Gerardo Ceada (IBEC)
Algunas de las apariciones en la prensa:
